Al principio de la pandemia derivada de la COVID-19, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) identificó y analizó los nuevos riesgos en materia de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo (PBCFT). El punto de partida de este análisis era que la pandemia estaba creando nuevas fuentes de ingresos para las redes delictivas, que posteriormente podrían ser blanqueadas o utilizadas para la financiación de actividades terroristas.
En diciembre de 2020 el GAFI actualizaba este catálogo de riesgos y la incidencia de los mismos en algunas jurisdicciones, gracias a la información aportada por diversos países cooperantes.
Además, el GAFI ha hecho hincapié en los principales escenarios de riesgos detectados durante los últimos meses. Estos son: la falsificación de productos médicos, los delitos informáticos, fraudes de inversiones, fraudes de caridad y abuso de medidas de estímulo económico.
En esta nueva versión del Informe de Riesgos de la COVID-19 se incluye:
- El estudio de cómo se materializan dichos riesgos en diversos países, a partir de la información recabada por la Red Global del GAFI.
- El análisis de cómo han evolucionado estos factores de riesgo, desde marzo de 2020.
- El examen de la actuación de las autoridades nacionales correspondiente, en cada caso, para mitigar y abordar los mismos.
Asimismo, en esta actualización, el GAFI viene a confirmar las preocupaciones previamente detectadas:
- Cambios en los comportamientos financieros: aumentos especialmente significativos en las compras y transacciones online. ¿Causa? Los bloqueos generalizados y a los cierres temporales de sucursales bancarias físicas.
- Aumento de la volatilidad financiera y la contracción económica: derivada de la pérdida de millones de puestos de trabajo. Así como el cierre de miles de empresa y la inminente crisis.
Para responder a estos nuevos riesgos, el GAFI recuerda el deber de los sujetos obligados de adoptar un enfoque basado en el riesgo. Esto implica analizar los riesgos concretos de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo en la organización, con el fin de mitigarlos, sin interrumpir los servicios y operaciones esenciales.
En el caso de España, el GAFI destaca los riesgos relacionados con los ciberataques. Principalmente a través de emails con links falsos de entidades gubernamentales, organismos de ayuda a afectados, información sobre contagios y webs de venta de mascarillas.
Desde UBT Legal & Compliance consideramos de vital importancia que los sujetos obligados, y especialmente sus responsables y órganos de administración, se mantengan alerta ante la aparición de nuevos riesgos. En este sentido un modelo de prevención eficaz será capaz de detectar, gestionar y mitigar estas situaciones y los posibles efectos derivadas de las mismas.
En cualquier caso, la asunción de riesgos “innecesarios” puede implicar perjuicios legales y reputacionales para cualquier organización, además de posibles sanciones en caso de evidenciarse la falta de diligencia debida y control que la normativa de PBCFT exige. Por ello, resulta necesario garantizar el cumplimiento normativo a través de un análisis periódico de los riesgos de la operativa de los sujetos obligados, enfocando las medias y controles de forma adecuada para obtener los estándares de prevención deseados por las entidades.
Laura Fernández García, Protección de Datos
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