Compliance IA: guía esencial para adaptarse a la normativa europea
Implementar compliance IA implica entender el marco legal europeo, identificar obligaciones y establecer controles que aseguren el cumplimiento del Reglamento de IA.
Qué significa cumplir el Reglamento Europeo de IA
El compliance IA comienza con precisar el concepto jurídico de inteligencia artificial. Según el artículo 3 del Reglamento de IA (RIA), un sistema de IA es aquel «diseñado para operar con distintos niveles de autonomía, capaz de adaptarse tras su despliegue, infiriendo de los datos de entrada cómo generar salidas como predicciones, recomendaciones o decisiones». Esta definición acota el ámbito del RIA, que introduce obligaciones de transparencia, requisitos especiales para sistemas de alto riesgo y vigilancia del mercado. No todo software queda sujeto: quedan excluidos los sistemas automáticos que solo ejecutan reglas preestablecidas sin inferencia ni adaptación, pues no encajan en el concepto funcional exigido.
Compliance IA: obligaciones específicas en sistemas de alto riesgo
El núcleo del compliance IA está en los sistemas de IA de alto riesgo (SAR), regulados en los artículos 6 y 27 y en el Anexo III del Reglamento. Son sistemas que pueden impactar significativamente la salud, la seguridad o los derechos fundamentales. Por ello, enfrentan un régimen reforzado.
Compliance IA y los requisitos para sistemas de alto riesgo
El artículo 6 del RIA prevé dos criterios para calificar un sistema como SAR: estar integrado en productos sujetos a legislación armonizada de la UE (Anexo I) o destinarse a fines del Anexo III, como la gestión de infraestructuras críticas o procesos laborales. Si un sistema es SAR, el proveedor debe implantar gestión de riesgos, documentación técnica exhaustiva, supervisión humana, robustez técnica, ciberseguridad, auditorías periódicas y obtener el marcado CE para su comercialización. Según el Considerando 63, ser SAR no basta para legitimar su uso: debe existir una norma nacional o europea que habilite expresamente dicha actividad.
Compliance IA: evitar sanciones mediante un programa normativo efectivo
El RIA incorpora un régimen sancionador vinculado al volumen anual de negocios, lo que subraya la relevancia del cumplimiento legal de IA como herramienta preventiva. Exige además notificar incidentes graves (art. 79) y problemas detectados en sistemas de alto riesgo (art. 82), impulsando un ciclo constante de revisión y reporte.
IA y protección de datos: coordinación normativa imprescindible
El Reglamento de IA complementa, sin reemplazar, normas como el RGPD. Si un sistema de IA elabora perfiles para finalidades del Anexo III, debe respetar el artículo 22 RGPD sobre decisiones automatizadas, garantizando el derecho a intervención humana. Esto demanda integrar el compliance IA con los programas de protección de datos, sobre todo si la IA influye de forma relevante en decisiones que afectan a las personas.
Compliance IA: pasos estratégicos para implementar un cumplimiento sólido
Un plan robusto de cumplimiento normativo en inteligencia artificial debe empezar por identificar todos los sistemas sujetos al RIA, clasificar su nivel de riesgo, desarrollar políticas internas técnicas y legales, capacitar equipos clave y establecer auditorías recurrentes. Así, se asegura el cumplimiento normativo, se mitigan riesgos de sanción y se refuerza la confianza de clientes y socios.
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